Es difícil pensar, por lo menos desde nuestra cultura occidental, en un evangelio que produce estigma, persecución y martirio; pero es precisamente eso lo que vive un testigo fiel de La Verdad. Basta con aproximarnos a los testimonios de nuestro hermanos y saber que es una realidad el día de hoy. A continuación te contamos la historia de una mujer cristiana Iraní, que deseamos pueda ser un llamado a despertar:
El año pasado escuché el testimonio de una mujer cristiana iraní. Vale la pena mencionar, que la iglesia en Irán está creciendo de una manera exponencial en estos últimos años. Todo esto, sin templos ni presupuestos, en pequeños grupos caseros, la mayoría a escondidas y liderado por mujeres a las cuales Dios ha sacado de situaciones muy adversas.
Esta mujer de la que quiero contarles es una de las que lidera una de estas iglesias subterráneas. La combinación de profesar a Jesús más vivir en Irán no es garantía para saber que cuando sales de tu casa, vas a volver. Y ni hablar si eres una de las líderes de estos grupos. Así viven su fe nuestros hermanos iraníes. Después de algunos años, a ella y a su esposo les surgió la posibilidad de mudarse a los Estados Unidos. Pero luego de un breve periodo en su nuevo hogar, la mujer de la que les hablo empezó a rogarle a su esposo volver a Irán. Él estaba sorprendido ante este pedido ya que, desde que se habían mudado, gozaban de un nuevo confort, pero sobre todo el poder vivir su fe con seguridad, y no como en Irán en donde profesar tu fe puede costarte la vida, encarcelamientos brutales, ser violada y un montón de realidades inimaginables. ¿Quién querría volver a una realidad así?
Esta fue su respuesta: “En occidente hay una canción de cuna satánica que mantiene a los cristianos adormecidos espiritualmente, y estoy empezando a sentirme así. El adormecimiento espiritual es para mí una amenaza mayor que la persecución que experimentábamos en medio oriente”.
Mientras escuchaba este testimonio, vino a mi mente la imagen de Sansón adormecido sobre Dalila (Jue 16). La raíz del nombre Dalila es “diluir”. Y esta es la realidad contra la que luchamos. No es contra carne ni sangre, sino contra espíritus que buscan alivianar la fe y quitar las fuerzas de aquellos que están destinados a ser grandes hombres y mujeres de Dios. Como Eutico (Hch. 20:9-12), muchos están en la ventana, un poco adentro y un poco afuera. Diluidos. Perdieron la radicalidad. Pero Dios (siempre hay un “pero Dios”) está levantando una generación radical, que sin mezcla se parará en su propósito y preparará a la Iglesia para atravesar victoriosa el tiempo de mayor oscuridad de la historia.
Como los discípulos en Getsemaní, tendremos que pelear la batalla por mantenernos despiertos y velar una hora más. Al igual que ellos, no estamos solos. Hay una invitación a una reunión de oración que está siendo llevada a cabo ahora en el cielo, en la que el Hijo está intercediendo por nosotros para que nuestra fe no falle ni sea diluida.
En su discurso en el monte de los Olivos (Mt. 24 y 25; Mr. 13; Lc. 21), Jesús una y otra vez nos exhortó a velar. Velar es mantenerse despiertos en el tiempo destinado a dormir. En el tiempo en el que la canción de cuna parece sonar más fuerte que nunca, hay una Iglesia que en el espíritu de Mateo 25:6 se levantará entendida en los tiempos que estamos viviendo.
“Hagan todo esto estando conscientes del tiempo en que vivimos.Ya es hora de que despierten del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca que cuando inicialmente creímos. La noche está muy avanzada y ya se acerca el día”. Romanos 13:11-12
Dios está levantando precursores que serán esa voz que se escuchará en la medianoche: “¡Despierten! ¡Salgan a recibir al novio!”. Este ejército de mensajeros despertará a la Iglesia y la ayudará a vestirse y alistarse para la aparición gloriosa del Esposo. Estos son los amigos del Novio (Jn. 3). Ellos están en intimidad con el Novio, y todo lo que le escuchan decir a Él en intimidad se lo transmiten a la Novia, su Iglesia.
“El que tiene a la novia es el novio. Pero el amigo del novio, que está a su lado y lo escucha, se llena de alegría cuando oye la voz del Novio”. Juan 3:29
Información tomada desde ©Instituto Misión
Texto de Maxi Zeravika, originalmente “Un Llamado a Despertar”
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1 comment
Excelente, es un tiempo para despertar y permanecer así. EL enemigo busca anestesiarnos con la rutina, las malas noticias, las redes sociales y el exceso de entretenimiento. Es un tiempo para ser Intencionales en el ser parte del plan de Dios para la humanidad.