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¿Por Qué Necesitamos Entender Los Últimos Tiempos?

DATOS BIBLICOS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS Y EL REGRESO DE JESÚS:

1. Hay aproximadamente 150 capítulos en la Biblia en donde los últimos tiempos es el tema principal, la segunda venida de Jesús y el Reino de Jesús en la tierra y la eternidad. – Estos capítulos, por su extensión, representan un 26% de la Biblia.
2. Los cuatro Evangelios nos dan 89 capítulos donde la primera venida de Jesús es el tema principal y nos dan una evidencia del corazón y el poder de Jesús en su primera venida.
3. Hay casi el doble de capítulos en donde se describe la segunda venida de Jesús en comparación con la primera.
4. Hay 260 capítulos del NT y el regreso de Jesús se menciona 318 veces. Más de una vez por capítulo, en promedio.
5. Jesús menciona los últimos tiempos en todos los evangelios. (Mt. 24; Mc, 13; Lc. 2; Jn. 13:17)
6. Pedro habló de los últimos tiempos en el libro de los Hechos (Hch. 3:21) y en sus Epístolas (1 y 2 de Pedro)
7. Pablo hablo de los últimos tiempos a los Romanos, Corintos, Filipenses, Colosenses, Tesalonicenses, y a Timoteo en sus dos cartas. Tito, Santiago y Juan también hablaron de los últimos tiempos.
8. Un tercio (1/3) de todas las profecías que hay en la Biblia están enfocadas en la segunda venida de Jesús.
9. Hay más de 650 profecías en la Biblia y la mitad (325) se enfocan en Jesús. Y de esos 325 pasajes, 225 son sobre su segunda venida.
10. Hay 46 profetas en el AT y 10 de ellos hablaron sobre la primera venida de Jesús, y 36 sobre la segunda.
11. Uno de cada veinticinco versículos en la Biblia habla de la segunda venida de Jesús.
12. Cada vez que la Biblia menciona la primera venida de Jesús, nombra 8 veces la segunda.
13. Más de 50 veces en el NT somos llamados a “estar listos o preparados” para la segunda venida.

LA IMPORTANCIA DE ENTENDER LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.

La manera en la que vemos el evangelio en estos últimos tiempos, el entendimiento que tenemos de hacia dónde Dios está llevando el cumplimiento total de nuestra redención; afecta nuestra vida de oración, nuestra manera de adorar, nuestra devoción, nuestra manera de hablar, nuestro enfoque y prioridades, nuestra manera de ver nuestras familias, nuestras naciones e Israel, etc… Tener unos lentes bíblicos, realmente impacta nuestro paradigma desde el cual vemos el futuro, y determina la forma en que vivimos el presente.

Debemos ganar entendimiento de lo que sucederá y por qué sucederá, y así estar preparados para responder a los propósitos de Dios, de lo contrario, terminaremos adoptando una narrativa secular, haciéndonos más vulnerables a ser vencidos por el temor (Lc. 21:26), la ofensa (Mt. 24:10), la lujuria (Lc. 21:34), y el engaño (Mt. 24:11), dando como resultado que algunos creyentes se aparten de su fe (1 Ti. 4:1-2; 2 Ti. 3:1-7; 4:3-5; Hb. 6:4-6; 10:26-31, 39; 2 P. 2:1-3, 20-22; 3:17)

EL MANDATO DE CONOCER LA ÚLTIMA GENERACIÓN.

La generación en la que hoy vivimos (la última generación) es la generación que los profetas, Jesús y los apóstoles anunciaron en toda la Biblia, y es única, porque es la generación[1] que Dios usará para hacer la transición de esta era a la era venidera. Somos la generación más importante en el plan de Dios, que esta viendo muchas tendencias, señales y acontecimientos escatológicos cumplirse simultáneamente, que experimentará presiones sin precedentes y el mayor derramamiento del Espíritu Santo en toda la historia.

La generación del regreso de Jesús tendrá dinámicas únicas, sin precedentes, presiones (temblores, pecado, oscuridad) y un derramamiento nunca antes visto del Espíritu y avivamiento. Será una generación única, y será el tiempo en el que más gente habitará en la tierra, más que en cualquier otro momento de la historia. El Señor indicó que una generación puede durar hasta cien años (Gn. 15:13-16).

Jesús nos ordenó a conocer, prepararnos y discernir estas tendencias profetizadas que ocurrirían en una misma generación a nivel global, que irían incrementando en intensidad, y que determinarían la temporada de Su regreso. (Mt. 24:5-28; 32-34; Lc. 21:8-36; 29-33; 1 Cor. 1:7-8; 16:22; 1 Ts. 4:15-17; 5:1-6; 2 Ts. 2:1-11; Tit. 2:12-13; 2 P. 3: 12a)

“Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.” Mt.  24:33-36

“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” Ap. 22:12

Hace unos 2000 años el pueblo de Israel no discernió el tiempo de la visitación de Jesús en Su primera venida, aunque los profetas escribieron acerca de ello (Sal. 69:21; 110:1-7; Is. 7:14; 9:2,6; 42:1-3; 52:14; 53:2-7; 61:1-2a; Dn. 9:25-26; Miq. 5:2; Zac. 9:9;11:12;13:7); el pueblo judío no se preparó y por ende no respondió correctamente; ellos rechazaron a Jesús porque no entendieron los acontecimientos proféticos en su generación, por lo cual, Jesús los reprendió y los juzgo (Mt. 11: 16-19; 16:1-4; 23; Lc. 19:42-44), pero nosotros buscaremos entendimiento de los propósitos de Dios en intimidad, y vamos responder y contender por alinearnos a Su corazón en estos últimos días.

Cuanto más recibimos revelación acerca de los acontecimientos proféticos de la segunda venida de Jesús, vamos a responder con mayor intensidad y urgencia.

Somos la generación que participará del REGRESO DE JESÚS, LA MÁS GRANDE COSECHA DE ALMAS DE TODA LA HISTORIA (Mt. 24:14; 28:19; Mc. 16:15-18; Ap. 15:2; 19:7-8), EL GRAN AVIVAMIENTO, UN DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU SANTO SIN PRECEDENTES (Am. 8:11; Jl. 2:28-31; Jn. 17; hch. 2:17; 4:24-31 Ef. 5:26-27; Ap. 10:10-11), y EL DESPERTAR DE LA IGLESIA PONIENDOSE A FAVOR DE LA NACIÓN DE ISRAEL COMO NUNCA ANTES, E INTERCEDIENDO POR SU SALVACIÓN (Esd. 9:5-15; Neh. 1:4-11; 9:5-38; Is. 40:1- 2; 62:1, 6-7, 11; 63:15-19; 64:1-12; Jer. 31:1-3, 7-10; Dn. 9:4-19; Mi. 7:7-20; Hab. 3:2-19; Mt. 25:31-46; Ro. 11:11; Ap. 12:13-17), pero de manera simultanea enfrentaremos retos sin precedentes (persecuciones, pecado y maldad…), Jesús identificó 20 tendencias negativas (Mt. 24:5-28; Mc. 13:5-8; Lc. 21:8-36) que incrementarían antes de Su regreso: engaño y falsos cristos, guerra, rumores de guerra, conflictos étnicos, guerras económicas, hambrunas, pestes, grandes terremotos, conmociones, terror, grandes señales en el cielo, confusión por el bramido del mar, martirio, anarquía social, odio, traición, ofensa dominando la sociedad, falsos profetas, iniquidad y el amor de muchos enfriándose… de los cuales saldremos vencedores por el poder del Espíritu Santo.

Somos la generación que va a contender por el cumplimiento de los propósitos de Dios hacia Israel y Jerusalén. En la Biblia, Israel y Jerusalén son el punto de referencia en el calendario profético de Dios, todas las profecías que Dios ha hablado sobre este pueblo se cumplirán; en sus 4000 años de historia han tenido cumplimientos parciales, pero tendrán un cumplimiento total al final de la era.

Nuestra generación ha visto varias señales escatológicas importantísimas acerca de Israel cumplirse ante nuestros ojos (algunas de forma completa y otras de forma parcial), (1) la profecía del restablecimiento el estado de Israel en 1948 (Is. 66:8; Ez. 34:11-31; 38:8), (2) el idioma hebreo restableció en Israel como su idioma oficial en 1948 (Sof. 3:9), (3) el restablecimiento del día de reposo en 1951 (Mt 24:20), (4) la anexión de Jerusalén al Estado de Israel en 1967, (5) parte del pueblo judío regresando a su tierra; el Aliyá (Is. 11:11-12; 43:5-6; Jer. 16:15; 31:7-10; Ez. 11:17-20; 20:34; 36:24-37 Zac:12:6; Am. 9:14), (6) Dios prometió fortalecer al ejército Israelí como a David (Zac. 9:13; 10:3-7; 12:3, 6-9; Mi. 4:11-13), (7) el establecimiento de Jerusalén como su capital en 2017, (8) el incremento del antisemitismo en las naciones (Zac. 12:3, 9; 14:1-3; cf. Joel 3:2, 12; Sof. 3:8; Lc. 21:20-24);  otras señales aún por cumplirse son: (9) la salvación y la paz de Jerusalén (Sal. 24:6-7; Is. 61:1,6-7;40:1-2; Jer. 31; Ez. 36:22-38; Mt. 23:37-39; Hch. 3:19-21; Ro. 10:1; 11:12-15; 11:25-27), (10) y la reconstrucción del templo en Jerusalén (con sacrificios de animales de acuerdo con la ley de Moisés; este templo no será el mismo templo del milenio; Is. 2:3; 60:6,10,13; Ez. 37:26-28; 40-48; Zac. 2:11; 6:12-15; 14:16-21).

Otras señales importante: Mt. 24:15; Mc. 13:14; 2 Ts. 2:4; Ap. 11:1-2; 13:12-18; Dn. 9:26-27; 11:31; 12:11.

WOW, amigos, mientras escribo este blog y estoy estudiando todas estas referencias, estoy siendo impactado tremendamente. Te invito a que puedas profundizar en ellas.

NUESTRA RESPUESTA:

¿cómo podemos responder a la urgencia de estos acontecimientos acrecentándose en nuestras ciudades y naciones?

La Biblia nos muestra cual va a ser la respuesta de la iglesia en los últimos tiempos previos al arrebatamiento:

“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Ap. 22:17

“Por tanto, preparen su entendimiento para la acción. Sean sobrios en espíritu, pongan su esperanza completamente en la gracia que se les traerá en la revelación (la manifestación) de Jesucristo.” 1 Pedro 1:13 NBLH

Responderemos como una Novia que está fascinada con la hermosura de Jesús como Dios y Esposo, como una novia que esta ilusionada con el día de su boda, preparando su corazón, su vestido y cada detalle… El Padre quiere levantar una iglesia en todo el mundo que ame a su Hijo con la misma intensidad que Él nos ama, Él no desea algo inferior a esto. Hay un deseo ardiente del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo de restaurar en nosotros la revelación de Jesús como ESPOSO, lo cual nos llevará a vivir una cultura de verdadera intimidad con Dios. (Hag. 2:7; Mt. 22:2; 25:1; Lc. 5:34-35; Ef. 5:25)

No podemos pasar por alto las advertencias de Jesús, no podemos pasar por alto el anuncio de los profetas del pasado, no queremos ignorar el acontecimiento más importante de nuestra existencia, y la recompensa de participar en los propósitos de Dios en esta generación. Una novia que no se prepara para su boda, es una novia que no ama al novio. Nosotros como novia de Cristo en estos próximos años nos prepararemos y purificaremos, porque este hombre, que amamos sin haberle visto, regresará (1 P. 1:8), y estaremos listos para recibir completamente la intensidad de Su amor por la eternidad.

¡MARANATA!

Gracias por leer hasta aquí. Quiero invitarte a que puedas profundizar en todas estas referencias bíblicas.

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John Otálora


[1] Gn. 15:13-16, nos indica que una generación puede durar hasta 100 años.

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